Mi nombre es Tirsa, soy de Quetzaltenango. En mi vida, la fe y la familia son mi pilar. Actualmente, he terminado la licenciatura en comunicación y producción audiovisual, y estoy a punto de obtener mi titulación con 23 años.
Pero hasta que tuve veinte, supe que era una relación tóxica.
Aunque pensé que sabía lo que significaba, me di cuenta de que ni siquiera estaba cerca de entender lo que realmente era. En el pasado, todo lo que veía o escuchaba en la televisión, las redes sociales y las tendencias musicales me influían a creer que estaba bien sufrir por amor.
A lo largo de mi adolescencia, mi entorno y cultura influyeron en relaciones poco saludables. La mayoría de las relaciones de pareja tendían a actitudes tóxicas sin saberlo. Por mi carrera, me di cuenta de que la mayoría del contenido romántico mostraba relaciones tóxicas. Sí, esas películas que todos pensábamos que eran románticas, resultaron ser una relación totalmente ERRÓNEA, de abuso y dependencia emocional. Y no podía creer que esto era lo que consumía y lo que quería replicar en mis relaciones.
Aunque no he estado en una relación romántica, me he topado con amistades poco saludables, las cuales pude ver que en sus relaciones de pareja había toxicidad sin que ellos lo notaran, esto me llevo a saber que yo también era TÓXICA de alguna manera.
Lo cual me hizo distanciarme de estas personas y buscar amistades que me influyeran a ser una mejor versión de mí. Al principio fue muy difícil para mí necesitar un cambio, pero ahora que lo veo, siento que es la mejor decisión que pude haber tomado.
A lo largo de mi vida me he sentido motivada a ayudar a otros. Por medio de mi profesión, me di cuenta de que escribiendo y produciendo contenido audiovisual, podía llegar a la gente transmitiendo un mensaje que podía salvar y cambiar la vida de alguien. El mensaje detrás de las canciones de BTS y su amor propio también tuvo una fuerte influencia.
Este cortometraje se originó a partir de la idea de relaciones de parejas dañinas que están expuestas como algo hermoso, al igual que la Monarca, las cuales son llamativas, pero muy tóxicas, según mi investigación cuando estas mariposas están en su etapa larvaria, se alimentan de plantas que les proporcionan compuestos tóxicos.
Cuando pensé en crear los personajes, supe que la protagonista debía ser una lepidopteróloga (alguien que estudia mariposas) dando referencia al hecho de que las personas en este tipo de relación encuentran difícil darse cuenta de la situación en la que se hallan.
La idea del título, Persiguiendo Mariposas, nació de la frase de Mario Quintana: “El secreto no es correr detrás de las mariposas, sino cuidar el jardín para que ellas vengan hacia ti”. Así que, intentar perseguir el amor, nos puede llevar a caer en una relación que nos destruye como personas.
Dedico este proyecto a las personas que tienen o están en una relación como esta.