De los errores también se aprende
Santo Tomás La Unión está en el departamento de Suchitepéquez, es un municipio en la zona sur occidental de Guatemala con un clima tropical bastante agradable, allí vive Mirella quien por muchos años formó parte de Paz Joven y a pesar de ser capacitadora y dar información para la prevención de embarazos en adolescentes, a los 17 años tuvo su primer hijo. Vivió durante el embarazo con el papá de su hijo, un joven un año menor que ella; por circunstancias adversas y por la misma inmadurez tuvieron que separarse, desde entonces Mirella y su hijo Santiago viven en la casa de sus padres.
Mirella comenta, “me sentí decepcionada de mí misma porque se suponía que yo tenía la información y no nos protegimos, fuimos irresponsables”. Después de quedar embarazada abandonó Paz Joven, le daba vergüenza no poder predicar lo que ella misma no pudo cumplir. Sus papás se molestaron mucho porque se suponía que ella tenía pleno conocimiento del tema y al final no lo hizo propio.
“De no haber tenido un hijo habría seguido estudiado derecho y psicología para conseguir un buen trabajo y explorar el mundo”, mira hacia el suelo y reflexiona. Mirella se logró graduar de maestra pero no abandonó el deseo de seguir estudiando, ahora piensa que de los errores también se aprende, motivada por su hijo que corre por el patio tras una pelota. Lo que ella hizo fue cambiar de planes, se adaptó y no se dejó derrotar, por eso decidió estudiar Pedagogía en una universidad que le queda cerca de casa.
Los números sí se pueden cambiar
Como en muchos municipios de Guatemala, en Santo Tomás La Unión el embarazo y matrimonio a temprana edad han sido una tendencia común, cuando Paz Joven empezó a trabajar en esa región unos diez años atrás, los números de casos eran bastante altos.Abdiel forma parte de Paz Joven desde sus inicios, cuenta que hace cinco años se contabilizaban aproximadamente 75 casos de embarazos en adolescentes cada seis meses. Él considera que la intervención que ha venido haciendo la agrupación todos estos años ha dado frutos, en 2014 se registraron sólo 25 casos en todo el año; sin embargo, hasta julio de 2015 ya se conocían 24 casos, este leve aumento consideran que puede deberse a factores como la desintegración familiar, pero eso no los desanima de seguir trabajando con la juventud del lugar, lo consideran un reto más.
Según datos del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva - OSAR, se registraron durante el 2014 en todo el departamento de Suchitepéquez 271 casos de embarazos en niñas entre los 10 y 14 años, en el 2015 el dato hasta agosto era de 202 embarazos en el mismo rango de edad.
“Aunque en ciertas aldeas las muchachas se casan para escapar de su precariedad, creyendo que al irse de casa inmediatamente van a cambiar la situación, nosotros les enseñamos a evaluar la variedad de opciones que tienen disponibles, más que limitarlas a un sólo camino, en especial porque las uniones son casi siempre entre adolescentes y muchas veces forzadas por los padres luego de quedar embarazadas”, explica Gerson, experto capacitador en estos temas.
Para hablar del embarazo adolescente con las poblaciones, primero se parte de los procesos de identidad local que son inculcados y que se aprenden desde niños; luego se interioriza este conocimiento; y al final se exterioriza para saber qué hacer en la vida. “Cada aldea del municipio, así como el casco urbano, tienen su propio paradigma respecto al matrimonio”, comenta Gerson. Incluso existen aún lugares en donde se extrae un beneficio económico al arreglar un matrimonio entre familias, cosa que es cultural y que se remite a siglos de tradición, lo que dificulta romper con ese tipo de pensamiento. No obstante, las nuevas generaciones han estado haciendo un cambio de pensamiento, que es el de superación personal, son los procesos de formación y programas sociales los que en conjunto, con su labor, ayudan a romper estos patrones de pensamiento.
Paz Joven también utiliza los medios electrónicos disponibles para enviar los mensajes y mantener informados a los jóvenes. Cuenta Abdiel que para llegar a más personas envían slogans enfocados en el respeto a la mujer, también hacen uso de recursos visuales como animaciones en ‘stop motion’, para quienes tienen acceso al internet, con el fin de sensibilizar y afianzar los conceptos. En Facebook se socializan fotos de los jóvenes para que otros se animen a participar, se mandan mensajes por teléfono todos los días a los listados que se tienen de quienes han participado en las actividades, para dar a conocer sus derechos y por WhatsApp se convoca a las reuniones.
Luchar por un sueño
Birgit tiene 17 años y es hermana de Mirella, juntas empezaron en Paz Joven. Ella sigue activa, ahora con más fuerza, en la prevención del embarazo en adolescentes, recomienda a los jóvenes que antes de tener una vida sexual activa, deben informarse, no sólo para evitar un embarazo no planificado, sino también para atenerse a contraer enfermedades. Se sorprendió mucho al saber que su hermana estaba embarazada por lo mismo que eran ellas quienes participaban en los programas para la prevención del embarazo a temprana edad. Así que decidieron apoyarla para que saliera adelante con su bebé.En 2015 se trabajó duro en la campaña “18 SÍ 14 NO”, se hicieron actividades en conjunto con el centro de salud y una feria con juegos que atraían al público para recolectar firmas, pidiendo la aprobación de las reformas a la Ley y cambiar la edad mínima para contraer matrimonio en 18 años, no importando si es para hombre o mujer. Con Paz Joven ha podido ir a otros lugares del país para fortalecer sus conocimientos y replicarlos en su grupo. En 2014 participó en el Encuentro de Empoderamiento de la Niña, en Brasil, en el que dio a conocer la situación del país con respecto al tema de la participación adolescente en grupos sociales y la prevención de embarazos en adolescentes, “me di cuenta que Guatemala no es el único lugar en donde suceden cosas como éstas, que hay otros países en los que también se está tratando de fomentar una nueva cultura reproductiva” comenta Birgit. “Compartí ideas con otros jóvenes y volví más empoderada para ser una gran lideresa, me impactó conocer que hay otras señoritas que luchan con mucho ahínco por sus ideales”.
Birgit estudia un profesorado en educación primaria y más adelante quiere llegar a ser trabajadora social, es por eso que motiva a los jóvenes para que “luchen por lo que sueñan, que no se dejen vencer por comentarios de otras personas, todo tiene su momento”, también les dice que no se deben adelantar a vivir situaciones que no podrán manejar y de las que se van a arrepentir.