El virus de COVID-19 cambió varios aspectos de la vida diaria, entre ellos la educación. Con las medidas de prevención, es imposible para estudiantes regresar a las instalaciones educativas, forzando al gobierno a tomar medidas innovadoras, como las clases a distancia por televisión.
Pablo tiene 22 años, está estudiando psicología en la Universidad San Carlos de Guatemala y es interprete de señas. Al ser hijo de padres sordos, desde muy pequeño ha estudiado el lenguaje de señas, y actualmente está apoyando el programa “Aprendo en Casa” con grabaciones voluntarias.
“Desde muy pequeño aprendí el lenguaje de señas, ya que yo era el puente de comunicación entre el mundo y mis padres. He estado apoyando a distintas entidades como intérprete, entre ellas La Asociación de Sordos de Guatemala, CONADI y otras.”
“He aprendido el manejo didáctico con niños, adolescentes y personas mayores. Me ha ayudado a desenvolverme más en la traducción de señas. Personalmente, lo tomo como un hito de cambio, porque después de tantos años, al fin vemos la inclusión en ambientes educativos.”
Las acciones de Pablo muestran el importante papel que puede jugar la juventud en el contexto de la emergencia de COVID-19. Ya sea como intérprete, voluntario o replicador de información, adolescentes y jóvenes somos agentes de cambio.
“Podemos usar lo que tenemos a la mano para apoyar a los que tenemos cerca. Las virtudes y habilidades que cada persona tiene pueden ser utilizadas para apoyar. Una idea es hacer pequeños audios con mensajes positivos para que más personas pueda sobrellevar la situación.”
Pablo también está promoviendo la poesía inclusiva, conoce su trabajo aquí:
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